¡Hola! Mi nombre es María del Mar Ortega Delgado, y he sido una niña muy muy tímida, alegre cuando tenía confianza, pero reservada y solitaria.
Siempre he tenido mucha necesidad de aprobación por parte de mi entorno para sentir que hacía lo correcto, aún así siempre me he aventurado a hacer cosas, pero con mucho miedo a mi entorno no le gustara lo que iba a hacer y tener que escuchar la reprimenda por no hacer lo adecuado era algo que me resultaba muy duro.
Fui a la universidad y me licencié en farmacia, porque era lo que tocaba, pude tener la libertad de elegir una carrera que me gustara, a diferencia de compañeros de la carrera que les obligaron a hacerla, pero igualmente no fue algo meditado, sólo era lo que tocaba hacer. Y no sabía por qué no me sentía a gusto en ningún trabajo.
Me gustaba lo que hacía, pero no sentía que quisiera eso para toda mi vida, y buscaba alternativas que creía que me gustarían más. El problema es que nunca me había parado a pensar qué me llena, qué me hace feliz ni mi propósito, simplemente, sigo en la rueda de la rata, de lo que tiene que hacer sin pensar más allá.
Tuve una época que intenté opositar y nada, y también intenté hacer un máster que me hacía falta si quiería ser docente en institutos, otra cosa que pensaba que me gustaría ejercer. La verdad que disfruto mucho enseñando, cuando he dado clases particulares.
No sé si te suena... ¿Y qué me hizo el click? El desarrollo personal, eso que hay gente que dice que son frases de Mr Wonderful, o humo, para mí fue mucho mejor que el psicologo, que no me sirvió para nada, no dí con el profesional adecuado.
El caso que a mi me ayudó muchisimo, tanto a nivel personal como profesional, encontré a mi mentor y con él hice todos sus programas, el máster de un año, dos procesos inmersivos de 3 días, uno a nivel de profesión que me abrió los ojos a lo que quería dedicar mi vida y otro personal de renacimiento, y luego otros procesos más largos donde afiné mi propósito, y a lo que me quería dedicar, y me costó muchisimo trabajo darme cuenta de lo que quería hacer por lo programados que estamos.
Hasta llegar a hacer finalmente la certificación en coaching, con la que a partir de mi historia, de mis experiencias, de mis superaciones personales, puedo acompañar a otras personas a salir de donde se encuentran, y poder vivir en plenitud, incluso si no cambias nada de tu vida. Si cambias tú y tu modo de ver el mundo que te rodea, ya cambia todo.